Ensuciando la almohada (y todo lo que no es almohada) renunciamos a ser triste para derretir noche tras noche cada luna en nuestro paladar.
Me paso la vida
buscando un enigma,
pintando en el cielo...
me muero en tu risa,
no he estado en mejor estación que en tu pecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario