domingo, septiembre 25

Hace un rato estaba llorando por las esquinas. Hasta que he leído los resultados electorales de Ciudadanos y no he podido evitar sonreir. Después me he imaginado lo divertido que hubiera sido reírnos de Riverita juntos, y ahora vuelvo a estar melancólica.

La vida. Que fluye, brilla, pasa.

viernes, septiembre 16


Hoy he llorado. Pero no por ti. Lloro por este mundo, esta vida, este sistema. Que oprime, obliga y esclaviza. He llorado por estudiar una oposición. Y para qué mentirnos... he llorado porque cuando antes tenía estas angustias, tus palabras eran mi bálsamo.

jueves, septiembre 15

Hoy hemos hablado. Ha sido menos doloroso que la última vez y mucho más positivo, siento más esperanzas, no de volver a estar juntos, si no de salir por mí misma de esta. También te he visto menos derrotado, pero a saber.

El caso es que tengo que vivir, exponerme a situaciones incómodas para crecer, tener motivaciones nuevas, cuidar más a los míos y centrarme en estudiar para ponerme al día. Y ya tengo un objetivo nuevo: aprender a tocar la guitarra. Quiero componer mis canciones e incluso, quién sabe, tener un grupo en el futuro. Y también, me gustaría ver su cara de póker cuando nos veamos en una semana, un mes, un año... Y le toque YO las canciones de Quique (sin que ello sea un incentivo para estar juntos).

A ver cuánto me duran las ganas :)
Te quiero nueva María, te quiero David y nos quiero a nosotros, volvamos o no a estar juntos.

martes, septiembre 13

Carta para ti, para mí



Hoy voy a permitirme ser débil, incoherente, infantil y volver a mi época de Fotolog. Me lo voy a permitir para no decírtelo a ti, y así no romper la promesa que me hice a mí misma: no ponerme en contacto contigo.

Son las 23:28 del martes 13 de septiembre de 2016. Suena "´Días que se escapan" de Quique (cómo no). Al recordarte tocarla con el ukelele tengo sentimientos encontrados: se me rompe el corazón al pensar que no sé si volveré a escucharte y me alegro de todas las veces que lo hice.

Hace más de tres días que no sé nada de ti. Bueno, ayer creo que activaste el facebook un rato... y de solo saber que estabas por ahí, me puse taquicárdica (y sí, he tenido que buscar la palabra en Google porque no me salía...). A ratos estoy bien, y a ratos estoy fatal. Siento un dolor en el pecho, ahora entiendo por qué dicen que se te rompe el corazón. Te echo de menos más que nunca, y me da mucho miedo que si solo han pasado 80 horas, no sé cómo podré aguantar semanas. Más miedo me da que tú no me eches de menos. Tengo miedo a que el amor que sientes por mi no sea lo suficiente como para esquivar este golpe. Tengo miedo a perderte, pero no tengo miedo a decirlo.

Tú me aportabas felicidad, al igual que me la aportan mi familia, amigos o animales. Pero tú felicidad era especial, eras el palo donde agarrarme cuando me sentía perdida en este mundo. Mi cabeza me dice que si te pierdo, encontraré a otro que me ayude a superar esta mierda de mundo, o que lo haré yo sola sin mayores problemas. Pero mi parte irracional dice que, ahora mismo, solo quiere que seas tú.

Estoy preocupada por ti, por como te sentirás, por como te estarás enfrentando a tus problemas y oscuridades. Estoy muy triste por no haber sabido reconfortarte, no me culpabilizo de nada porque hice todo lo que pude o supe, pero no fue suficiente. Es más, fue contraproducente hiriéndote en muchas ocasiones. Tú también me hiciste daño, pero yo no tenía de fondo lo que tú sí.

En estos días he llorado tanto, que no sé cómo me quedan lágrimas. Es sólo pensar en tí, y brotan. Te echo muchísimo de menos, y para nada se me han agotado las fuerzas para luchar por ti, o más bien por nosotros. Extraño tus caricias, tus besos, tu voz, tus rizos, tus canciones, tu perilla, cómo te abrazaba por las noches, ver series contigo, pasear por el parque, las conversaciones de políticas, comentar elmundotoday, tus reconfortantes palabras para que no me pierda en las oposiciones, fumar contigo, insultar a riberita, hacer fotos con el retrica, estar en el Portil, jugar a las cartas, pegar pegatinas, dormir la siesta, pensar que podría pasar la vida contigo.

He sido tan tan tan tan feliz estos años, que he descuidado el resto de mi vida. Eso ha sido un gran error y espero haber aprendido de ello, para poder pasar un futuro mejor, ya sea contigo o sin ti.

Paso tanto tiempo al día pensándote, que empiezo a crear mis típicas situaciones en las que me pondría en contacto contigo: la posible muerte de Miku en la operación de la semana que viene o algún incidente que me llevara al hospital. Sé que es porque me sobra el tiempo, tiempo que no dedico en estudiar algo que hoy por hoy no me llena. Creo que miro el móvil unas 20 veces por hora, esperando algún mensaje tuyo. Tengo tantas ganas de hablarte, de saber sólo cómo estás... Has sido una parte muy importante de mi vida durante casi 10 años... y dejar de recibir noticias tuyas de golpe, es muy muy muy duro. Daría todo lo material que tengo porque te pusieras bien, o por lo menos porque vieras alguna esperanza de futuro, aunque fuera sin mi. Sé muy bien que eso no depende de mí, pero juro que desearía tener la lámpara del genio.

Me has recriminado muchas veces que no sé amarte bien... sinceramente, nunca me he replanteado mucho qué significa amar. Pero con esto, creo que lo tengo un poco claro: te amo tanto, que estoy pasándolo fatal porque me dijiste que este tiempo sin contacto era importante para tí. Si fuera egoísta, cogería toda esta carta y te la mandaría, para reconfortarme a mí misma. Pero no es lo que quieres, y no pienso imponerte algo que rechazas. Te quiero libre, volando por ti mismo, sin depender de mí. No me importa no estar en tu futuro, si así eres feliz. Decía la canción que "por verte sonreír, he vuelto yo a perder". No he perdido aún, ya he dicho que pienso seguir luchando hasta que ya no le vea sentido a la batalla o tú decidas terminarla. Pero no voy a negar lo rota que estoy por dentro. Y sólo hay una cosa que me consuela: que cuando vuelva a sentirme bien (que lo haré) será por dos opciones, bien porque yo misma me he suturado y hecho más fuerte para seguir el camino sin ti, bien porque tú me has ayudado para ser más fuerte, seguir a tu lado y seguir construyendo nuestro mundo bonito de la mano. Hoy por hoy, espero que sea lo segundo.

Te quiero fractalmente infinito. Y espero que de cada lágrima que caiga por mi mejilla, crezca en tí una esperanza para verlo todo un poco mejor. Que lo que a mí me empañe la vista, a ti te la agudice. Y así, todo este sufirimiento habrá merecido la pena. Porque a mí no me costará salir de ello, sólo con un abrazo o unas palabras de tu mejoría, brotaré de nuevo.


*Actualización a 23 de Mayo de 2017: he vuelto a leer esta entrada, y cuando la escribí no me sentí cómoda, porque obviamente estaba dolida y no sabía muy bien expresar qué o cómo lo sentía. Ahora tampoco me siento cómoda. Escribí "te amo tanto, que estoy pasándolo fatal porque me dijiste que este tiempo sin contacto era importante para tí" y "pienso seguir luchando hasta que ya no le vea sentido a la batalla". Ahora lo leo y suena al amor romántico más rancio que pueda haber, pero sé que en el fondo no me expliqué bien. Aclaro: amar, como cualquier proceso o experiencia, implica experiencias más positivas y otras más negativas. En ese momento, mi relación estaba pasando un bache (no una batalla, qué expresión más fea pordio), experiencia más negativa que otras. Y yo quise saltar (puede usarse como sinónimo de luchar) ese bache para seguir relacionándome con una persona que me aportaba y aporta muchísima felicidad, adaptándome a la petición de mi compañero, aunque no fuese la situación perfecta, porque en todas las relaciones una parte debe ceder ante las peticiones individuales que considere oportuna de la otra parte. Y yo consideré que sí era oportuna e importante para ti, aunque lo pasara mal con la separación.

domingo, septiembre 11

Puede que para encontrarte contigo, debas hacerlo sin mí. Hay que amarse a una misma para estar preparada para hacerlo con tus semejantes.

Es hora de reflexionar, analizar errores y aciertos, salir conmigo misma y reenamorarme de mí. Aprender a vivir sin ti, y feliz. Para que cuando volvamos a vernos, de una forma u otra, seamos dos personas que exponen su amor: liberador, comprensivo e infinito.

La vida es bonita, contigo lo era más. Pero nadie es imprescindible, excepto yo misma.

jueves, septiembre 1

Y decíamos de los textos de filosofía:

"Un agricultor que ya posee derechos de pago que tenga derecho a recibir derechos y que los solicite, recibirá un número de derechos de pago igual al número de hectáreas admisibles determinadas que posea con respecto a las cuales aún no posea ningún derecho." 

Reglamento 1076/2014, de 19 de diciembre, sobre asignación de derechos de régimen de pago básico de la Política Agrícola Común.

lunes, agosto 1

Además de mi libro de pastelería rosa, él sería uno de los objetos que me llevaría a una isla desierta.


jueves, julio 28


Besos que sabían a canela.

A veces llega un momento en el que te haces viejo de repente, sin arrugas en la frente pero con ganas de morir.

Paseando por las calles todo tiene igual color, siento que algo echo en falta, no sé si será el amor.

Degeneración emocional,
pasos de gigante.

Degeneración sentimental,
manos de aguante.

Los arcos ondulan el perfil del puente,
estrépito en el pecho,
el agua dorada refleja
tus recuerdos de infancia.

Sentada en el alféizar
viendo pasar la noche estrellada.

Respira hondo.
Profundo.
Despierta la luz
y no la dejas apagar.

Nota aclaratoria de ayer: cuando la tristeza inunda mi alma, soy bastante negativa y pesimista. Todo recae en mí. Aclaremos las cosas.

Me sigo echando de menos, pero eso tiene remedio: CAMBIO. Y el estar escribiendo de nuevo aquí, ya es un paso gigante.

Realmente no pienso que si no me hubiera elegido a mi, le hubiera ido mejor. Es algo que pienso cuando estoy triste porque es una posibilidad, pero nunca se sabe. En estos 9 años y medio pienso que he construido la relación más bonita y sincera del mundo, pero como toda construcción, si no se conserva, degenera. Y algo así nos está ocurriendo: la monotonía y rutina nos ha engullido de pronto, y necesitamos recomponer esas grietas en los pilares básicos.

Mi familia: los adoro, todos con sus pros/contras, y me sirven para ver lo que no quiero ser, e intentar cambiarlo en ellos.
Mis amigos: tengo, lejanos y pasando mucho de ellos, pero soy consciente y estoy trabajando en ello.
Mi compañero de viaje: estamos en una mala situación, mis vicios han hecho mella y los estoy cambiando poco a poco. Pero debo esforzarme más, nos lo merecemos.
Mi trabajo: sigo sin tenerlo, pero no por falta de oportunidades y al menos sé lo que NO quiero.
Mis estudios: sí, sigo estando en ese rendimiento al 50%, pero es verano, hay 10 plazas y no debo quemarme si quiero seguir con esto unos años. Aún así, agosto espero que me recupere.
Mis animales: los decepciono, pero creo que soy muy exigente conmigo misma en este aspecto. Son mayores, todos a la vez, y estoy intentando ayudarles en lo que puedo. Pero hay que mejorar.
Mi nivel cultural: aquí mentí. Mi concienciación alimentaria, ecológica, social y animal es mil veces mayor que hace 10 años. Debo y quiero trabajar más en mi parte revolucionaria.
Mi memoria: quizás la única cosa en la que fui sincera. Me agobian mis lagunas mentales, mi memoria a largo plazo cada vez es peor y me preocupa más no recordar un libro o una película, que los temas de la oposición. No sé qué puedo hacer al respecto.
Mis viajes: sí, tengo estúpido miedo a volar, pero me reto a mí misma y este años cogí dos vuelos solas. Poco a poco.
Mis experimentos culinarios: estoy en una fase que me interesa más qué comer, que cómo comerlo. Pero no desisto y hoy mismo, me prepararé un rico helado con bizcocho.

No todo es blanco o negro. Pero cuando tengo un día malo, sí lo es. Debo ver las cosas en perspectiva, tengo mucho que mejorar para ser la persona que quiero ser: libre, amante/amada, respetuosa con el medio, viajera, inconformista, crítica, realista, sincera, luchadora y feliz.

Sé que lo voy a lograr y sólo espero hacerlo junto a ti.

miércoles, julio 27


Me echo tanto de menos, que de sólo recordarme se me inundan las pestañas.

Mi poesía, mi rebeldía, mis conceptos sin fundamento, mi inocencia y mis ganas de luchar.

De todo eso sólo queda la parte institucionalizada... Soy veterinaria y ¿qué? Este primer año ha sido el de las decepciones.

Crecí siendo un cáncer para la persona más importante de mi vida, y ahora ya estamos en fase IV. Seguramente su vida habría sido más feliz y completa si la hubiese elegido a ella, en vez de a mí.

Mi familia: no la soporto desde mi "nueva" perspectiva.
Mis amigos: no tengo.
Mi novio: cada día descubre nuevas características mías que odia (y con razón la mayoría de ellas).
Mi trabajo: no tengo, ni sé lo que busco.
Mis estudios: hago el 50% de lo que debería hacer.
Mis animales: nunca me fallan, yo a ellos diariamente.
Mi nivel cultural: cada día más pobre.
Mi memoria: en detrimento.
Mis viajes: he cogido miedo a volar.
Mis experimentos culinarios: cada vez menos frecuentes.


Oh sí, hoy estoy positiva. Pero es que si lo analizamos, mi vida general, va decreciendo. Y no en el buen sentido de las teorías de decrecimiento.

Me dirán que he madurado, que esa adolescente murió de éxito. Pero son sucias mentiras: sigo igual, psicológicamente igual de inestable, sólo que alienada. No echaré la culpa a la sociedad, porque en este asunto sólo hay un culpable: tú mismo.

viernes, junio 24

Colapso en el pecho, corrientes en la mirada y el dolor de su alma partida.

Lucharé por ti, seré tu latido.

miércoles, junio 15


"Para examinar la verdad es preciso, una vez en la vida, poner en duda todas las cosas tanto como sea posible."

René Deacartes.

martes, junio 7


Neruda decía "para mi corazón basta tu pecho, para tu libertad bastan mis alas". Pero para ti no bastan mis alas. De hecho, ni las quieres ni te las ofrezco. Mi libertad es mía y de nadie más. Mis alas me ayudan a levantarme, y si quieres, pueden ayudarte a ti. Te quejas de que no te sientes libre, realizado ni querido. Me quejo de que me siento enjaulada, incomprendida y despreciada. Intento cambiar y veo cómo tú lo intentas, pero no funciona. Tal vez el tiempo y el espacio tengan que poner la velocidad de rumbo de este equipo. La física clásica ya lo determinaba así. Y llegó Heisenberg, la cuántica y la incertidumbre. Y nos dijeron que, al menos en el plano ultramicroscópico, es imposible determinar la posición y la velocidad sin interferir en alguna de las variables. La posición la conozco, es la velocidad la que fluye según nuestro espacio. Y lucharé porque consigamos desacelerar y corregir nuestra dirección. Porque al fin y al cabo: "yo desperté y a veces emigran y huyen pájaros que dormían en tu alma."

jueves, mayo 26


Luz de la tarde distal. Espejo del cosmos que nos brinda el cielo. Relajación, libertad, bienestar. De fondo, el cantorileo de los polluelos que están aprendiendo a volar. Como yo. Quieren descubrir el mundo, pero no saben cómo. Se asoman al precipicio del nido, con inseguridad, incrédulos ante la posibilidad que les ofrecen sus alas. Y se lanzan. Y caen. Y chocan contra el suelo. Y si sobreviven, se hacen más fuerte. Como yo. Buscando el sentido de ese espejo y de esa ilusión, pero con miras de no encontrarlo a corto plazo.

martes, febrero 23

Re-descubrir tras años a una chica que antes tocaba versiones de Marwan... y que ahora tiene disco y se codea con los cantautores del momento. La vida es un pañuelo. Y ella sigue siendo amor.

Lena Carrilero.

domingo, enero 17

Y ya que hablamos de comida...

Me preguntaré a mi misma en un futuro no muy lejano qué estuve haciendo estos años...

























  • María L. G.
  • 23 años, 7 meses, 4 días.
  • En el sur, a veces aquí, a veces allá.
  • 100% Veterinaria.
  • 3+1 gato, 1+2 perros.
  • 9 años de amor intenso.
  • De niña, leía, escribía, pintaba e incluso toca(intenta)ba la guitarra.
  • Ahora, hago ricas masas y dulces.
Vuelvo a escribir. Mi equivocación fue dejarme engatusar por Facebook creyendo que mis recuerdos, allí, estarían guardados bajo llave. Craso error. Vuelvo a lo que hacía con 14 años, casi diez años después. Quizás con la esperanza de volver a ser esa pequeña minirevolucionaria que era.

He cambiado mucho, a pasos agigantados. No diré que he madurado, pero si creo que hace tiempo perdí la ilusión de la juventud. Me dí cuenta de que la vida es una maldita mierda y que el sentido de estar aquí, es rebajar ese nivel de basura para ser "feliz".

La verdad, es que estudié una carrera para sanar a los animales. Y ahora no soporto la idea de estar cerca de ninguno enfermo y entiendo que sólo quise estudiar por puro conocimiento, no para dedicarme a ello. Claramente ese ha sido el golpe más fuerte. Creí en el amor para poder apoyarme en una persona. Y ahora no soy capaz ni de contar esto, porque parezco esa niña de 14 años. Quiero a mis animales por encima de todo, pero si se ponen enfermos, tardo años en actuar. Me quejo de mis conocimientos culturales, y no soy capaz de ponerme a leer un puto libro.

Claro está, que esto lo escribo en un momento psicológico-hormonal de bajón. Pero está bien, porque hacía al menos tres años que no escribía nada, ni siquiera esta basura emocional.

Bienvenida de nuevo, seguiremos escribiendo para seguir rebajando esa mierda de este mundo.

Jodidos pero contentos,
viendo los años pasar
...como gaviotas de ojos tristes.